El sistema de precios desempeña la función crucial de transmitir el conocimiento a toda la sociedad y, por lo tanto, elimina la necesidad de la burocracia.
Jamás ha existido un monopolio "natural". En la vida real, los llamados "servicios públicos" enfrentaban una competencia frecuente, por lo que aseguraron monopolios gubernamentales para destruir la competencia e inventaron los mitos para racionalizar su poder de monopolio.
El crecimiento de las estadísticas, a menudo desarrolladas originalmente para su propio beneficio, termina multiplicando las vías de intervención y planificación del gobierno.
Vivimos en un mundo habitado por intelectuales anti-mercado y aquellos que han absorbido sus enseñanzas. El continuo florecimiento de esta clase de intelectuales sigue siendo un problema y un problema permanente para los liberales clásicos.
Generalmente se pasa por alto que el declive de la familia como institución se debe en parte a la inflación fiduciaria. La inflación perenne destruye a la familia de manera lenta pero segura, asfixiando así la llama terrenal de la moral.
Para Marx, el pensamiento de cada persona está determinado, no por su propio interés personal, sino por el interés de la clase a la que supuestamente pertenece.